Puerto Plata.– Con profundo orgullo y gran sentido de identidad comunitaria, el Club Deportivo de Padre Granero celebró el pasado 23 de noviembre, sus 28 años de fundación con una trayectoria marcada por el servicio, la disciplina y la trasformación positiva de cientos de jóvenes a través del deporte.Fundado el 23 de noviembre de 1997, el Club nació como una iniciativa visionaria de líderes comunitarios del barrio Padre Granero, quienes, tomando como punto de partida una esquina del Long Beach, levantaron un espacio seguro donde la juventud pudiera recrearse, crecer sanamente y mantenerse alejada de ambientes nocivos.
Entre esos primeros forjadores se destacan Nelson Gómez (El Pinto), Piter, entre otros valiosos colaboradores que sembraron las bases de lo que hoy es una institución ejemplar.
A casi tres décadas de su creación, el Club celebra una historia llena de logros deportivos y humanos.
Campeonatos como el Título de la Segunda División del Torneo Superior de Puerto Plata, decenas de campamentos, programas formativos y la participación en importantes competencias, forman parte del legado que ha marcado su paso por la comunidad.
Sin embargo, el mayor orgullo de este aniversario son sus atletas: los que siguieron carreras deportivas, los que se formaron profesionalmente en distintas áreas, los que hoy viven en el extranjero y quienes, sin importar la distancia, continúan conectados con el Club que los vio crecer.
Cada objetivo logrado representa un triunfo colectivo y una evidencia del impacto social que esta institución ha tenido durante 28 años.
“Hoy celebramos más que un aniversario; celebramos vidas transformadas, sueños cumplidos y un compromiso inquebrantable con nuestra comunidad”, expresó la directiva del Club al valorar este importante hito.
La institución invita a todos los miembros, atletas, exatletas y comunitarios a unirse a esta celebración compartiendo sus testimonios.
Como por ejemplo,
¿Qué significa el Club para ti? ¿Cómo te ha ayudado? ¿En qué categoría y año te iniciaste?
Los comentarios y memorias que cada mirador, atleta o comunitario realicen, serán parte de un homenaje colectivo que honra el pasado, celebra el presente y proyecta un futuro aún más prometedor.







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